Yo no soy de grapas. Para nada. Me parecen un timo. Pagar 3,50 euros por 48 páginas es poco menos que un atraco a mano armada. Yo no quería. De verdad que no. Por si fuera poco, salía Robin jodiendo la portada (nunca me ha gustado Robin). Pero todos los días pasaba por el kiosco, y lo veía ahí, llamándome, con ese fondo amarillo, con ese coche tan... tan... impropio, y con el subtítulo "Renacido", y finalmente caí.
Además estaban al mando Morrison y Quitely, cuyo "All Star Superman" no me gustó nada ni como historia ni como dibujo (al contrario que a la mayoría, y al contrario que a la mayoría también, me encantó el "All Star Batman y Robin").
Así que, a pesar de todos estos contras, todavía no me explico como fue posible que un día me viera arrastrado a la fuerza, rascándome el bolsillo y entregándole al kiosquero los 3,50 euros de ese minúsculo cómic.
Pero para ser justos debo decir que la historia me ha gustado mucho. Ver como Nightwing asume el rol de Batman y Damian el de Robin, los malos rollos creados entre ellos por no saber hacerse respetar el uno y por la soberbia y el recuerdo de su padre del otro, y la (por ahora) ¿ridícula? trama circense me han enganchado mucho. Muchísimo.
Para colmo, esta vez el dibujo de Quitely me ha parecido correcto.
Por eso y porque me he quedado con las ganas cogeré el siguiente número.
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